*Cada persona es lo que hace con lo que hicieron de ella.

sábado, 25 de septiembre de 2010

Del derecho a levantar la voz

Existe el derecho a levantar la voz?
Levantar la voz, decir la propia palabra fuerte y claro, pareciera ser un privilegio otorgado sólo a minorías. Pero no hablo de minorías excluídas, negadas, silenciadas; sino más bien de las otras, de la gente "bien", gente admirada, gente que cae bien...
Pareciera que esa gente fue beneficiada con el monopolio (oligopolio, si quieren) de levantar la voz. Ellxs pueden hablar en un tonito "agresivo", ellxs pueden ponerte cara de culo si no estas de acuerdo... y hasta pueden hablar de unx todo lo que consideren necesario. Son un equivalente a lxs propietarios de los medios de producción, tienen algo asi como la propiedad privada de ese derecho negado a las mayorías.
Ese derecho, a quienes lo tenemos socialmente negado (que además tenemos muchas veces internalizada esa negación, nosotrxs mismxs no nos permitimos hacerlo valer)... una vez que nos decidimos a usarlo, o que nos sale, porque desde adentro una fuerza nos hace hablar...
Qué pasa? Nos sentimos insegurxs, y la persona receptora de ese mensaje se indigna! y la gente de alrededor también... hasta van diciendo por ahí que nosotrxs debemos pedir perdón por levantarle el tono de vos a LA persona.
Dándole vueltas al asunto, de cómo podía ser, que si no le dije nada malo, sólo levanté la voz... Que si ella me hizo las mil y una, que si ella me estaba hablando como el orto... Descubrí que pasó ésto, como con muchos otros derechos... en una sociedad donde pareciera que ciertos derechos le pertenecen a algunas personas y no a otras, por "orden natural" o adquirido o no se qué criterio...Se trata de eso, de luchar -seguir luchando- por ampliar los derechos, y... al que no le guste, se jode, se jode.

domingo, 19 de septiembre de 2010

lunes, 13 de septiembre de 2010

viernes, 3 de septiembre de 2010

El juego de los opuestos



El binarismo nos invade. El juego de los opuestos se juega en todas partes. Oriente-occidente, norte-sur, hombre-mujer, EEUU-URSS, boca-river... Aparece desde nuestra primerísima socializacion; más que un mecanismo lúdico bien parece un mencanismo de pensamiento. Un mecanismo de pensamiento cerrado, que niega e invisibiliza otras existencias y somete a las visibles a un antagonismo falso y cuasi fanático.

El juego de los opuestos parece multiplicarse por cada momento histórico o lugar que atravesemos, tan intrincado está en nosotrxs mismos que lo hemos naturalizado.

El juego de los opuestos, aunque se asemeja tan amplio, encierra una trampa en sí mismo: por un lado se multiplica en diversos pares, pero termina reduciéndose a uno sólo: el de bien-mal.

Es el clásico ejemplo de binarismo, que en el fondo es el único. Porque toma a los otros pares binarios y los amolda: si soy de boca, mi equipo es el bueno. Si soy de occidente desprecio cualquier cosa proveniente del otro lado del Meridiano...

No es siempre así?

Con las personas pasa, también. Claro que no pretendo caer en la relativización absoluta; entendemos que éticamente hay ciertos hechos y personas que condeno y condenamos.

Pero hablo de lo cotidiano, de cuánto nos cuesta entender que, muchas veces, la gente hace lo que puede... Que si seguimos mirando a lxs demás con esa lógica, tratando de ubicar a lxs otros "jugadores" en uno de esos dos roles -catalogados, unívocos, uno culpabilizador y otro eximidor- perdemos la capacidad de comprensión. Y, por ende, la capacidad de jugar otros juegos, mas lúdicos y más constructivos.