Qué opresor es intentar imponerse deseos.
Y atragantarse de acciones de deseos impuestos, aplasta. Asfixia.
Reflexiones: aceptaciones -reproches-decepciones. Reivindicaciones.
Reivindicar el deseo. Valorarlos. No negarlos. No negarse. Porque para ser, para existir, hay que desnegarse.
Siempre pensé que crecer era aceptar a les otres. Y tanto más difícil que aceptar a les otres, es aceptarse una. En los deseos mínimos, cotidianos. No querer ser otra. No luchar contra una.
Cómo me molestan las opresiones internas, las autoimpuestas.
Pucha.