destapando

No sé por qué pero descubrí una nueva satisfacción cotidiana.

Es una sensación rara, como una necesidad urgente de vaciar y tirar. Me pasa con el par de ravioles que queda en el plato, las dos cucharadas de arroz con atún de la heladera. También con los potes de shampús, cremas de enjuague, suavizante para la ropa. Las últimas hojas de un cuaderno. Los últimos párrafos de los apuntes, el último capítulo de un libro. Lo curioso, es que este ultimo acto de consumir el final del pote-página o loquesea, me cuesta un esfuerzo suprahumano (el décimo escalón cuesta más que los primeros nueve, dicen). Pero inmediatamente, luego de terminarlo, me surge una satisfacción para veinticuatro.

Ilusión de completitud? sueño de que el nuevo pote sea mejor? simple ansiedad de lo nuevo?

Quizás, los deseos y satisfacciónes simplemente no tengan causas lógicas. Simplemente habrá que disfrutar del placer de las pequeñas felicidades cotidianas.

A destapar, se ha dicho!