*Cada persona es lo que hace con lo que hicieron de ella.

viernes, 23 de diciembre de 2011

claridad enceguecedora I

Enamorarse de una persona no existe. Una se enamora de ideas, de ideales. De situaciones. De mezclas de realidad y ficción. Un poquito de recuerdos placenteros más otro poco de expectativas, y he allí lo que todes llamamos amor. Otras veces, con suerte, se suma historia, construcción en conjunto, compañerismo. Pero siempre se parte de lo anterior. El resto puede estar, o no.
De hecho, eso mismo podríamos extenderlo a otros sentimientos, sólo que quizás en el "amor" es un poco más evidente.

Finalmente, el amor es un sentimiento egoista. Yo quiero del otro (o la otra) algo. Quiero que me haga sentir tales cosas y que NO me haga sentir tales otras. Cuando eso no se cumple; enojos, frustraciones, angustias.


domingo, 16 de octubre de 2011

Desatornillando

Silvio buscaba.
Buscaba pequeños espacios de tierra firme para amarrarse. (Esos espacios podían ser personas/personajes, lugares, objetos, ideas...) Cada vez que encontraba alguno, se sentía feliz. Para él la felicidad era eso, era ir viéndose cuando encontraba esos tornillos.

Pero eso duraba poco.

Después de un tiempo (de pseudo-ceguera, de negación quizás), Silvo empezaba a ver cómo los tornillos se aflojaban (a veces se aflojaban en serio, otras, simplemente, él empezaba a detectar su movimiento). Y en esos momentos... CRISIS! EL HORROR! Silvio corría rápido rápido a buscar otro tornillo.

Si no encontraba otro pronto, se quedaba con el anterior, peleándose, enojándose porque no era tan firme como él había creído.

Entonces Silvio vivía en crisis, enojado, o en una felicidad que duraba muy poco, y que, -el sabía-, su fin era inminente.

Quizás Silvio necesitaba darse cuenta que todos los tornillos se mueven (sean ideas, ideologías, objetos, personas). Nunca nada está tan bien atornillado.
Y que no por agarrarse más fuerte los tornillos se van a dejar de mover.

Habrá, entonces, que dejar de esperar su quietud. Habrá entonces, que dejar de agarrarse de esa forma (con esas expectativas).

Habrá que quererlos así, habrá que aprender a ver su movimiento como un baile, y no como un signo de fragilidad.

Habrá que ver a Silvio también como un tornillo bailarín, del que seguro otrxs se han querido amarrar, y se habrán enojado también con él por ello.

Habrá que dejar de buscar seguridades, apoyos, y tornillos bien atornillados, y entender que todos estamos medio-bailando.
Ah, y lo más difícil: poder disfrutarlo.

lunes, 3 de octubre de 2011

y recordalo, flor: querer querer no es querer
y no querer querer, no es no querer.

sábado, 24 de septiembre de 2011

Con vivir me

Disecarse. Abrirse en dos. Y verse
Verse con mambos escondidos, con ideas bien disimuladas. Ver la propia actriz que creé a mis espaldas.
Y encontrarse las miserias. Y creer que no puedo con ellas. Que me jode no ser la persona que quiero, que me jode ser la persona que puedo. Y también, que me jode ser la persona que quiero.
Verme adentro, y afrontarme a las partes de mí que no me gustan. Y tratar de convivir con ellas, mientras las voy hechando, o modificando de a poquito.

Tratar de convivir conmigo, con toda mí, de convivirme.
Todo un desafío por delante.

Él2

Él decía "yo no quiero tal cosa". Pero era un no querer querer, pero en el fondo no lo tenía claro. Recién, mucho tiempo después, actuó el no querer; con el cuerpo digamos.

Así se dió cuenta, de pronto, cómo tenía metidas reacciones que no coincidian con su teoría, tan linda y elaborada que era.

Que era más facil verlas de afuera, en ella, y decir "mirá cómo actúa, no quiero eso yo". En un momento algo interno cambió, se dió cuenta que él hacía lo mismo. Y entonces, abrióse la caja de pandora... tanto tiempo haciendo esas cosas, teniendo metidas ideas y teorías que no coincidían con las que él decía a viva voz, tan orgullosamente.

Sé dio cuenta, que en su relación le criticaba cosas, que le adjudicaba a ella, y empezó a ver un montón de momentos en donde él también planteó ese tipo de relación.

Que loco es el momento cuando hacés click.
(Digo, cuando él hizo click)

Él

El tenía muchas teorias. Pensaba, repensaba, elaboraba, analizaba. Teorizaba.
Pero no aprendia. A la hora del acto, no podía poner en práctica sus reflexiones.

Despues de mucho andar, se dio cuenta que para aprender de verdad, hay que ponerle el cuerpo a ese aprendizaje, que si no pasa por las venas, eso tan masticado no se internaliza.



sábado, 10 de septiembre de 2011

miedos

a los miedos hay que agarrarlos. Si se quieren escapar (seguro, seguro que van a querer); correrlos. Correrlos con las piernas, o si no alcanza en bici. O en moto, auto, auto de fórmula 1, o hasta avión si es necesario. Perseguirlos, agrarrarlos, estrujarlos, contenterlos, sostenerlos, mirarlos, escucharlos, apretarlos. Apretujarlos, asfixiarlos, estirarlos, patearlos. Colgarlos, pintarlos. Teñirlos. Mirarlos con microscopio, con telescopio, con anteojos y hasta con lupa. Pegarlos, matarlos, revivirlos, pegarles otra vez. Gritarles, morderlos, masticarlos, azotarlos. Acuchillarlos, acribillarlos, pisarlos, amasarlos. Leerlos, escucharlos, hasta olerlos. Auscultarlos. Revolearlos, bailarlos. Probarlos, empalagarnos. Tragarlos, vomitarlos. Lamerlos, beberlos.

Así, así
Hasta que nos parezcan ridículos

Y estallemos en risa.

falacias.

El miedo es uno de los sentimientos mas opresores que existe (lo sé, es una verdad de perogrullo). A mí, el miedo me hace un efecto loquísimo: hace que empiece a ver mi vida como espectadora. Como que tengo miedo; lo detecto, soy consciente, y automáticamente me veo teniendo miedo. Y no hago nada. Me transformo en espectadora pasiva de mi propia vida, y de mis propios miedos. En esa pasividad, me dejo llevar por la ola enorme, que me aplasta y me avasalla. El problema para mí es que no puedo dejar de sentirme cómoda en esos miedos. Seh, terrible.
No entiendo, no concibo lógicamente, por qué carajo me resulta tan cómodo quedarme en mis miedos, y por qué me da tanto miedo, romper con ellos. Soy dependiente de mis miedos! Patologizando: sufro de miedo-dependencia. Me asusta terriblemente romper con mis miedos. Qué gran falacia.

martes, 6 de septiembre de 2011

Grupo de beldents anónimos.

Tan empeñada estaba yo, en hacer de su necesidad mi ideal... Tan empeñada estaba yo, en ser una persona-chicle, en estirarme para cumplir las expectativas de los demas... Y ahora ésto, ahora creé ésto. Creé una insatisfaccion constante, un enojo constante, una creencia de que yo, la persona-chicle, SIEMPRE puede (y debería) estirarse un poco más. Estirar sus límites, sus brazos. Entonces claro, si yo, la persona chicle, no me estiro, es porque no quiero, o porque no entiendo, o porque no hago el esfuerzo suficiente. Y te enojas.

El otro problema de las personas chicle, es que, tan acostumbradas estamos a adaptarnos, a estirar nuestros limites, que cada pasito no se valora.. total, somos chicle y podríamos estirarnos un poco más también. Entonces, cada paso, cada pasito, en vez de ser visto como eso, un paso, es visto como el paso más grande que no diste.

Último problema de las personas chicle. Sos tan chicle, tan chicle, que las personas en serio creen que sos incondicional. Las personas chicle terminamos estando ausentes de nuestras propias situaciones, para los demas (parafraseando: si te digo que te quedes, te quedas, volves, y volvemos). Claro, los demas siguen estando seguros de tu chiclez, y creen que tu chiclez es eterna, y que cuando quieran y que de ellos depende, vas a volver.

Qué problema ser una persona chicle. Porque dejas de estar, dejas de ser. A los demas (a algunas eprsonas), les cuesta ver que estas. Les cuesta ver que no sos un ente pasivo. Les cuesta ver que no sos solo una respuesta a sus acciones. Les cuesta ver que al estirarte, estas presente. Les cuesta ver que al estirarte hay una decision, y al no hacerlo, tambien. Ojo, las personas chicle tambien creamos esa vision. Muchas veces ayudamos a la vision de los demas, de que piensen que nuestras reacciones son solo re-acciones a las acciones de ellxs. Pero no, basta, es hora de visibilizar la humanidad de las personas chicle. Estuvimos presentes en cada milímetro que se estiró el chicle, y estamos presentes al decidir (o simplemente al decir), que el chicle no se estira eternamente. Pero estuvimos ahi tambien, eh. siempre presentes, siempre queriendo estirarnos mas... y estuvimos presentes tambien, cuando nos olvidamos que los chicles no se estiran una cuadra... en un momento, paf. se rompen.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Límite.

El límite es la condición para la existencia de la cosa limitada.

Si no hay un límite entre dos países, estos dos países no existen. Si no hay límites entre los años, estaríamos siempre en el mismo. Si no hubiera límite a la vida, la vida no sería vida.
Si no hay límite en una casa (pared), entonces tal casa no existe: puede entrar cualquiera, cuando quiera, sin permiso, no hay intimidad.
Si no hay límite a la palabra, a la mirada, y a la acción de otrxs, entonces no hay otrxs: esxs otrxs son parte del yo. Para que yo me diferencie de lxs otrxs, tiene que haber un límite.

El límite, al contrario de limitar, libera. Crea. Hace. Permite ser.

Pasos para construirse la casa propia.

1. elegir un lugar adecuado. En lo posible (y una de las cosas mas dificiles de hacer), que sea fresco, cerca del agua, pero que no se inunde y le de el sol. Que sea en un barrio conocido, pero tampoco en donde conocemos a todos los vecinos.
2. Buscar materiales sólidos, pero tampoco tanto, para que no encierren ni se deje de oír que pasa afuera.
3. ponerse ropa cómoda, porque es un proceso que lleva mucho tiempo.
4. permitirse distracciones y retrocesos: a veces está bueno volver por un tiempo a la casa de los padres.
5. que las vacaciones no duren mucho, porque las vacaciones son comodas. y un poco de comodidad esta bien, pero después estanca y una empieza a angustiarse y a perderse de una misma.
6. esta bueno poder pedir ayuda. en este punto hay que tener cuidado, ojo en calidad de que se pide ayuda. no hay que pedirle a una sola persona, porque despues, la culpa, y el acostumbramiento, y la gratitud... son precios muy caros por pagar. mejor pedirle ayuda a mucha gente, que sepa cuando venir, pero tambien que sepa cuando irse.
7. tratar de disfrutar tambien, y visibilizar los momentos donde una construye sola. es importante poder disfrutar, y tambien lidiar con la sensacion de estar sola, entre revestimientos, ladrillos y baldosas a medio acomodar (cosa que a primera vista puede sonar muy desolador). puede ser util tocar la guitarra, o poner música. tambien puede servir tirarse a leer un libro de un autor/a de su agrado.
8. lidiar con el miedo que produce la casa propia. y tratar de ponerle muchas ventanas, pero tambien que haya zonas de intimidad. y siempre, siempre, tener a mano mas ladrillos.
9. saber que es facil decirlo, pero en la practica las distracciones son enormes. no perder de vista este punto.
10. a pesar de lo expuesto en el punto 9, estar atenta a que la idea de la casa propia tampoco se transforme en mandato. y pensar respecto al caracol, porque al caracol la casa ya le vino encima. eso es mandato, u obligación; y puede ser muy cómodo (ver punto .5) pero no tan liberador.



"No es para quedarnos en casa,
que hacemos una casa,
no es para quedarnos en el amor
que amamos..."
(Juan Gelman)


*Próximamente más instrucciones.

Más de construcciones.

Todos somos casas a medio construír.
Algunes, creen que están construides del todo (y cuando entra agua por el techo, simplemente ponen baldecitos, o se van, para no ver el agua filtrándose)

Otres, creen que no tienen casa alguna (porque no perciben sus paredes).

Hay quienes, también, se quejan de no tenerla construida, pero cada tanto deconstruyen, con gusto, una parte ya hecha (corriendo, también, el peligro de no terminarla nunca).

Otres, tienen miedo de la idea de la casa propia, y prefieren refugiarse en casas ajenas (pero en sus propias habitaciones... fenómeno complejo, y confuso si los hay).

Hay quienes prefieren no fabricarla. Claro, construir lleva tiempo, plata, esfuerzo, energía. Hay que pensar los planos, pero también dejarse llevar un poco por la imaginación. No se puede planificar todo. Pero poner manos a la obra sin papeles es bastante jugado.. y poco recomendable (tampoco caigamos en el hippismo de creer que las cuentas matemáticas no sirven para nada, y todo eso. Si no hacemos un poco de matemáticas, las columnas se caen).

Hay gente que piensa que para qué, que yo ya tengo una casa. El problema de fondo con las casas esas, es que creo que toda casa debe construirse, y que es un proceso propio. Cuando las casas vienen dadas (heredadas, personificadas, o la causa que fuere), una no es partícipe de su construcción. Y eso es para mí, lo peligroso. Si la casa propia no la construyó una misma, esa casa (y más, si tiene patas), puede irse en cualquier momento, y zas! una queda a la intemperie en plena tormenta de Santa Rosa.
Otro de los problemas de no ser partícipe de la construcción de la propia casa, es que, aunque esa casa no se vaya nunca, una corre el riesgo enorme de sentirse ajena en su propia casa. Les juro, es algo que no le deseo ni a mi peor enemigo. Puede ser cómodo al principio, pero después, la sensación de extrañeza es aplastante. Los cimientos pueden ser fuertes y seguros, pero si no los construíste vos, esa seguridad se transforma en agobie y encierro. O simplemente, se cae.


miércoles, 31 de agosto de 2011

Máscaras

Finalmente, las máscaras son más codiciadas que las caras lavadas.
Las ojos maquillados, más que los recién levantados. Los vestidos con lentejuelas, más que los joggings y buzos. El sushi más que el sandwich de milanesa. Los hoteles de lujo, más que las carpas. El olor a perfume caro, más que el olor a jazmines. Los currículums largos, y las pilas de libros leídos; más que una buena charla compartida. Un buen discurso, más que una buena reflexión. La boca, más que los oídos. Los personajes, más que las personas.
Una gran oratoria, más que unas palabras honestas.

El mundo es novela, hecha de personajes más o menos redondos. Mi problema ni siquiera es que los personajes existan, sino, que los personajes siempre les terminen ganando a las personas reales.

Quizás el problema de las personas reales, es que nunca terminan de captar las reglas del juego. Pobres ellas.
Pobres.

La dignificación del hilito

El pullover no era nuevo. Pero tampoco tan viejo... Estaba en esos momentos intermedios diría, en esos donde ya lo usaste bastante (y se le nota, se le notan los lavados, los secados.. se le hicieron esas bolitas chiquitas, pero algunas eh, tampoco tantas); pero sigue siendo un gran pullover. Es de esos que te dan ganas de usar cuando tus amigas dirían que no corresponde, tipo, un viernes a la noche en una fiesta. Es de esos que los querés llevar a todos lados, esos que querés usar el sábado a la tarde andando en bici, o leyendo en un parque, pero maldecís haberlo llevado a la fiesta el viernes anterior, y ahora está lleno de olor a pucho y ni da usarlo.
Esos pulloveres que tienen sus manchas, pero también sus victorias. Seguramente lo usaste un par de ocasiones especiales, porque sabías que te iba a dar suerte.
El pullover, tiene tanta carga afectiva que empalaga.

Un dia...
Era de esos días donde no lo "necesitabas", donde no necesitabas ni mucha suerte, ni nada en especial. No te morías por usarlo particularmente, pero como lo querés tanto (tanta carga afectiva), lo usaste igual.

Cuestión, ibas caminando por ahí cual persona feliz-y-campante-con-su-pullover-preferido... hasta que pasa alguien (aquí puede ser un personaje particular, alguien no muy querido o querida, o tambien puede ser una persona que ni conocías y simplemente pasó por ahí a desestabilizarte la vida), y alguien, ese alguien, te dice: "uh, pará, tenés un hilito".

Con lo cual, empieza todo un circulo vicioso, una cadena interminable de viscicitudes imparables, un dominó rally incontrolable de sucesos que de pronto no podés (porque REALMENTE NO PODÉS) frenar, pausar o siquiera silenciar.

Que vení que te corto el hilito, que no, que dejá, que sí, que después se te va a hacer más largo, y te vas a enganchar con algo, y...

Supongamos que zafás de tan imcómoda situación (bastante usual por cierto, donde alguien en teoría quiere "hacerte un bien", pero claramente vos no querés ni necesitas nada de eso, al contrario)... Es muy muy poco probable que ahora puedas dejar de pensar en el hilito. Sí, ya sé, que yo me hacía la superada de los hilitos. "Que que tiene que haya hilitos", "Que quien dijo que hay que cortarlos todos" , "Que que represión social que limita cada hilito que se asome por ahí" , "Que que no me vengan a decir a mi que no me banco un hilito", "Que al contrario, que yo visibilizo y dignifico a los hilitos".

Les decía. El hilito no se te va de la cabeza. Y lo peor, lo peor de todo, es que pensas tanto, pensás tanto... que que los hilitos sí, que los hilitos no.. Y en ese minimo instante, en ese sutil momento donde te distrajiste con otra cosa...
ZAS.
Empezás a tirar del hilito. QUE POR QUÉ NO PODEMOS DEJAR LOS HILITOS ASÍ, COMO ESTÁN. Que no, que no, que tirás del hilito sin parar, y el pullover se frunce, se arruina, el hilito se engancha con otras cosas mientras se hace más y más largo.. Y a veces ya es muy tarde para arreglar el pullover, o lo arreglás pero no vuelve a ser el mismo, ese hilito deshilachado te hizo perder las lineas de la costura, o quedo todo desparejo y raro y uf. Y ahora te quedás con miedo de que ese hilito se vuelva a salir, aunque lo hayas cosido. Que a veces lo podés arreglar como si casi casi no hubiera pasado nada (nunca nunca creo q se puede hacer como si las cosas no hubieran pasado), pero te queda en la memoria la angustia y el miedo y la desesperación del hilito deshilachándose, y queda esa cicatriz en el pullover (y en tu recuerdo) (y en el de la historia de vos y el sweater).

Yo digo que alguna vez, no tiremos del hilito, lo dejemos ser, ahí como está, un hilito en diminutivo, chiquito, cortito. Porque tirar del hilito la mayoría de las veces, no sirve, sí angustia, sí genera conflictos que simple y solamente eran eso, hilitos.
(Pero mirá cómo tirando se transforman en algo mucho peor.)

Yo les advierto, cuidado con caer en la traicionera tentación de tirar de ellos.

martes, 30 de agosto de 2011

Conversaciones con Julio

Depresión? Angustia?

Ay, Julio, Julio. Si supieras (probablemente lo sepas), que hay rayos que atraviesan, y que te dejan estaqueada en el medio del patio, y que esos rayos no se llaman amor, es más, están muy muy lejos de eso... Quizás lo sabés, y me pregunto por qué no tenés una frase exactamente igual pero para hablar de esto otro. O quizás la tenés, y yo no la encontré. Y si no la tenés... qué importa?

Uf. Como si encontrar una frase tuya pudiera ayudar en algo. Ayudar... qué palabra rara, no? Quizás sea la palabra con significado más relativo que exista. No sé, voy a pensar al respecto. Pensá vos también, dale?

Qué cosa más fea, cuando todas las estanterías se caen juntas. En realidad (y lo peor), es que las estanterías no se caen (eso casi nunca pasa, Florencia), lo que se caen son los libros. Se caen todos los libros de las estanterías, a la vez. Pero las estanterías no.

Pero, pero... Ahora que lo pienso, no se caen todos juntos, tampoco de a uno. Se caen de a grupitos. Uy, miren: allá se cayeron un par. Y mirá, mirá, allá se estan por caer otros! Y para ese lado, en éste mismo momento, se estan cayendo otros tres. Y eso es lo más desesperante de todo, me parece.

Ni angustia, ni depresión, ni síndrome de la no sé qué mierda: dejemos de patologizar todo, y llamemos a las cosas por su nombre. La caída de libros, de a grupitos, durante un tiempo prolongado, pero no de las estanterías, es, lisa y llanamente, tristeza.

Pura y dura.

sábado, 20 de agosto de 2011

punto-superficie-punto-superficie-punto.
Quiero que, al menos por un rato, las cosas se den como yo quiero.

Ojala se cumplieran los deseos de cumpleaños, los deseos de panaderos. Los de los puentes con trenes pasando, los de los tréboles de 4 hojas. Los de la noche antes de dormirme. O, aunque sea, no sé, poder guardarlos en una cajita, hasta que puedan cumplirse. Pesan mucho sino, y mi espalda ya esta cansada. Además, es triste.

domingo, 14 de agosto de 2011

La culpa en el medio hospitalario

Va una semana de hospital, y noto que varias de las personas que están internadas sienten mucha mucha culpa por "estar enfermas". Particularmente hablo de un señor que tenía artitis reumatoide, y EPOC. La artritis es una enfermedad autoinmune, enfermedad de mierda si las hay, donde tu propio organismo ataca contra tus articulaciones, y no se sabe por qué pasa. Es decir, no hay causas conocidas. La EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica), es una enfermedad de los pulmones y las vías respiratorias en la que te cuesta que el aire salga. Es horrible, la gente siente como que se va quedando sin aire. Hay varias causas de EPOC, pero una de ellas es el cigarrillo, que al inflamar las vías respiratorias va haciendo que al oxígeno le cueste pasar desde los pulmones a la sangre. Este hombre no podía hacer prácticamente ninguna actividad, entre una u otra enfermedad. Y nos planteaba su situación actual como un merecido castigo por haber fumado. Nos dijo, primero, que cuando empezás a fumar de grande es porque "sos un pelotudo", pero luego nos comentó que cuando empezó él, se encontraba en una situacion familiar súper compleja, y bajo mucha presión.
El otro caso, era de un pibe muy joven, tenía convulsiones y se le habian encontrado lugares del cerebro a los que no les llegaba la sangre y otros lugares con ocupados por algo que todavía no se sabía qué era. El pibe consumía habitualmente cocaína, y también nos comentó algo así como que bueno, que ésto él sabía que le pasaba porque había consumido y que ahora se la tenía que bancar.

Me quedo pensando. Ya sabemos cómo la culpa mueve al mundo. Y pienso en éste caso dos cosas:
Hipótesis 1: la culpa estaría actuando como dispositivo de poder necesario para aceptar ciertos tratamientos invasivos, el aislamiento, el control que implica estar internado? O simplemente todo eso es onsecuencia del miedo y la desesperación? Como seria si estas personas no tuvieran culpa? Cuál es la función de la culpa en el medio hospitalario? O, cuál es la función de la culpa para que el SMH (sistema médico hegemónico) funcione?

Hipótesis 2: es posible hablar de medicina preventiva sin generar culpa? Reflexionemos sobre la prevención y la atención primaria. Tengo la hipótesis de que, según como viene funcionando hasta ahora, la medicina sanitarista y la epidemiología más que crear conciencia y prevenir malestares han creado culpa una vez que el malestar ya se ha instaurado.
Esto me genera una alarma enorme, porque yo quiero dedicarme a eso. Cómo, entonces, se cambia la perspectiva para generar otros resultados? Es acaso posible? O en realidad, mientras sigamos teniendo religión (religión en las mentalidades, con mucha culpa en relación al cuerpo y al placer), una atención primaria de la salud sin estos resultados resulta imposible?

fucking democracia, capitalista y burguesa

Que fucking hipocresía este sistema democrático.
No sé qué me da más bronca. Si la gente que vota y cree que con eso participa mucho, si la gente que no vota o impugna porque está en contra de éste sistema (y así se siente coherente pero no está cambiando las cosas), si la gente que, sin confiar en este sistema no hace nada para cambiarlo y sólo lo critica; o si la gente a la que no le importa este sistema y va inercialmente a votar para que las cosas sigan como están, o en todo caso mejoren, pero para su lado no más.

Cuestión: es difícil que alguien me caiga bien, al menos hoy.
Y lo peor peor de todo: es que yo tengo un poco de cada una de esas personas adentro. Y no encuentro cuál puede ser la opción superadora a todo eso. O sea, la bronca tambien es conmigo.
Es impotencia, es... GR.
Es que realmente no me satisface esto, ir a poner un sobrecito cada tanto en un buzon. El cambio, los cambios, están en otro lado. Pero esos otros lados son de a poco, son cotidianos, son pequeños, son a veces. Igualmente, son. Pero que hago con el buzón, mientras? Simplemente, me da bronca, y no sé bien qué carajo hacer con eso.

Igual, claramente, el grupo que más me duele, que es el más mayoritario, es el último. Me angustia, me duele, me irrita, y sobretodo, me desespera, porqué no sé cómo mierda se cambian esas lógicas. No sé como mierda se puede charlar y discutir con esa gente, cambiando de paradigma. No sé, y están en todos lados, al lado nuestro... Y, cómo se hace? Por donde se empieza? Eso, eso, esa es la pregunta. Por dónde se empieza?

- Creo que ni siquiera tiene que ver ni con Marx, ni con Foucault, ni con Butler, ni con Beauvoir. Nono. Tiene que ver con algo mucho más previo a eso..
- no sé, capaz me equivoco. Quizás sí tiene que ver con Marx, por ejemplo. O quizás Marx ayude... Quizás hacer un análisis de las desigualdades, y una genealogía sobre la producción de esas desigualdades ayude. Primero, visibilizar. Segundo, desnaturalizar. No sé
- Pero que no, que no creo que haya que caer en eso. No podemos caer en esa intelectualidad elitista de que si no leíste a Marx no vas a poder hacer un análisis sociológico., no vas a poder cuestionarte y desnaturalizar cosas
- Sí, bueno, pero por otro lado, vivimos tan tan enceguecidxs, que muchas veces el puntapié inicial para reflexionar es leer a alguien que piense cosas que vos nunca te habías puesto a pensar.
(...)
Esto se llama, señorxs y señorxs, esquizofrenia pura y dura.


sábado, 13 de agosto de 2011

Interrogatorio médico

Cómo se articula una buena atención médica, en la que es necesario conocer ciertas cuestiones historicas, bilogicas y contextuales de la persona que se atiende, sin estar siendo parte, a la vez, de un dispositivo de poder que controla y juzga a lxs individuxs?

Es posible?

sábado, 6 de agosto de 2011

Reflexiones y reafirmaciones, previas a una nueva etapa.

Ok. Nunca pensé que empezar a cursar en el hospital pudiera generarme TANTA angustia. Mis contradicciones internas se revuelven, se cagan a trompadas adentro mio.

Usando el ambo, ese uniforme policíaco que encarna al poder médico, me siento de pronto parte de ese sistema de dominación.

Estando ahí, con mi ambito lindo color azul, siento que estoy avalando todo un sistema simbólico que establece que es lo normal, y lo que no, que es sano y que es enfermo.

Me siento parte reproduciente de ese poder. Ese ambo implica un hola, soy una persona que avala este sistema. Soy la persona que "sabe". Sabe, lo que se considera saber. Por ende hay cosas que yo, con mi ambito azul petróleo, estoy diciendo: no son saber. Y entonces sigo avalando que ese Saber con mayúscula domine, controle, cuerpos y mentalidades, modos de ser, de estar y de vivir. Y yo, con mi ambito azul, avalo que los que no cumplan esos requisitos, los enfermxs, tengan que normalizarse, curarse. Y para ello hay dispositivos muy bien pensados, todo fundamentado con un sistema economico que lucra normalizando cuerposmentes. Todo esto, avalado por mí, y mi ambito (ambito como diminutivo de ambo, no de ámbito)


Entonces, qué hago con tanta angustia? Por qué estoy yo ahí?
Que no, que yo no quiero ejercer esa medicina. No quiero ser parte de eso. Yo estudio para ser profesional de la salud, no para ser médica.
La salud es un derecho humano. La salud es un bien social. Con la salud no se lucra. Con la salud no se domina. La salud es un valor positivo. Salud implica modos de vivir, acordes a cada persona. Una persona puede tener salud con lo que, para la medicina, es una enfermedad. Y una persona puede no tener salud, y para la medicina estar sana. La salud es una lucha. Es una creacion. Colectiva, pero también propia y subjetiva. Cambiante. Es un concepto dinámico.

Yo estoy ahí porque creo que puedo ser parte de un proceso que extienda a la salud como derecho. Que amplie el acceso a la salud. Que otras cosas puedan considerarse salud.

Yo quiero aprovechar el conjunto de saberes sobre salud para socializarlos, y que cada quien pueda tener su salud. Porque no voy a negar, que la medicina aporte herramientas, claro. Hay que aprovecharlas, las herramientas de todos los tipos de medicina (porque medicina no hay una sola, no es la medicina hegemónica la única), para poder construir salud. Yo solo quiero ser parte de ese proceso.


Bueno, Florencia, ante esa angustia: recordá por favor, que es por eso que mañana a las 8 vas con un ambo al hospital de Clínicas.






lunes, 1 de agosto de 2011

El machismo es PRO

http://www.perfil.com/contenidos/2011/08/01/noticia_0016.html


No es muy original, ya. Valorar a una mujer en la política, porque es linda en bikini, o, tener que verselas con el marido cuando se la elogia... Ya ni ganas me dan de hablar al respecto. Solo lo subo, como denuncia al asco que me genera esta gente. En fin.

lunes, 18 de julio de 2011

Qué opresor es intentar imponerse deseos.
Y atragantarse de acciones de deseos impuestos, aplasta. Asfixia.
Reflexiones: aceptaciones -reproches-decepciones. Reivindicaciones.

Reivindicar el deseo. Valorarlos. No negarlos. No negarse. Porque para ser, para existir, hay que desnegarse.

Siempre pensé que crecer era aceptar a les otres. Y tanto más difícil que aceptar a les otres, es aceptarse una. En los deseos mínimos, cotidianos. No querer ser otra. No luchar contra una.

Cómo me molestan las opresiones internas, las autoimpuestas.
Pucha.

lunes, 20 de junio de 2011

Sobre la aceptación y la importancia de los silencios o espacios o agujeros o distancias

El otro día estaba en percu (retomando, después de un par de meses), estábamos haciendo no sé qué cambios de ritmo, cuando el profe dijo algo tipo que respetemos los silencios... y entonces mi cabeza empezó a ir a mil.

Claro! Cómo no me dí cuenta antes! Sin silencios, no hay melodía posible. Sin silencios, todos los ritmos son iguales, son monótonos, son el mismo.

Y eso, creo, se aplica también a los discursos.

Supongamos que yo (A) estoy teniendo una conversación con B. Y yo le digo a B una frase, digamos "xxxxx". B podrá interpretar diversas cosas: "yxxx", "xxxxxxxxxxx", "x", "xyxyx"... las interpretaciones posibles son infinitas. Hasta quizás, interprete "xxxxx", pero esa frase le implique a B cosas muy diferentes a las que le implica a A.

Aquí, LA revelación:
SIEMPRE hay una distancia entre las personas involucradas en la comunicación. Y esa distancia es INEVITABLE. Me doy cuenta que durante toda mi vida, quise acotar, disminuír esa brecha. Y que quizás me metía en un círculo sin fin de aclaraciones, acotaciones, de "yo quise decir que... ", "pero mirá que esto no significa..", "yo no quiero que pienses que yo...", etcétera, etcétera. (Cosa super desgastante no sólo para mí, sino también para la otra persona.)

Ese espacio es inevitable porque sí. Es cierto que hay personas con las cuales la brecha es mayor, menor, cambia durante el tiempo, conociéndose puede acotarse... Pero siempre queda ese espacio.

Ese espacio es inevitable, en parte, porque el lenguaje limita. No sé por qué razón, ni desde cuando, tenía esa expectativa de que el lenguaje lo pudiera todo. Esa idea de que aclarando, aclarando, aclarando, finalmente la otra persona pudiese realmente entender exactamente lo que yo realmente quise decir, sin más, sin menos.

Ese espacio es inevitable por las obvias diferencias entre las personas. Culturales, de contexto, histórico-biográficas, de personalidad, maneras de entender y creer el mundo, en fin.

Quizás todo esto ahora suene realmente muy obvio, pero en mi vida no lo fue. Quizás es que nunca hasta ahora pude decirlo tan simplemente.

Gasté miles de esfuerzos en intentar que las personas no malinterpretaran lo que yo digo, o simplemente no lo interpretaran diferente. Quizás "teóricamente" sabía que era imposible, pero recién ahora lo estoy asimilando.

Que tendrá que ver, no, con lo que decía al principio de los silencios?
Bueno, esto mismo: los silencios como agujeros, faltas, brechas... Que yo siempre quise taparlas, rellenarlas... Uf, por qué me metí en tarea tan desgastante y sin sentido!
Y ahora, capaz, me doy cuenta de eso: que estos silencios son, primero, inevitables, y segundo, que están buenísimos.

Sino, no tendríamos música.

sábado, 18 de junio de 2011

listas

Hará más o menos unos 5? años, encontré, mientras limpiaba y ordenaba cajones, una lista. Era la lista de requisitos que tenía que cumplir el -en ese momento- chico que me gustara, y la había escrito estando en la primaria. No sé bien qué se me habrá cruzado cuando escribí esa hoja, ni por qué lo hice...

Ahora asumo que probablemente quería convencerme de esos "requisitos", pero que en verdad, no estaba segura... Sino, una no los tiene que visualizar en una hoja, no?

Cuestión, claro está, cuando encontré esta hoja no supe si ponerme a llorar o largar una carcajada (aunque creo que es una mezcla de las dos cosas): los benditos requisitos eran: "lindo", "inteligente", "con plata", "más alto que yo", "más grande que yo", "judío", "buen alumno", y no sé si algo más.

Impresionante, no? lo fuertes que son los mandatos a veces.

Por suerte, con el tiempo, -y para la altura en la que recuperé esa hoja-, fui pudiendo deconstruir tanto mandato, para darme cuenta que nada, pero nada de esa lista tenía que ver conmigo. Deconstrucción que, supongo, un poco tiene que ver con crecer, con ir interrogando y conociendo mi propio deseo (mis propios deseos... como si tuviera uno sólo!).

La cuestión es.. y realmente no quiero sonar cliché, pero me vengo preguntando sobre qué es el estar enamorado/a. O no, paren: vamos a quitarle cursilería: qué es que te atraiga alguien. Está clarísimo que cuando una la flashea con alguien, hace una lectura súper acotada y selectiva de lo que es esa persona, y además pone una gran cantidad de mambos, ideales, proyecciones en juego sobre ella. La cuestión es, que el amor tiene una parte (me molesta bastante esto de andar separando todo en partes, pero a veces lo esquemático me persigue) irracional, no? Bah, en realidad esa es mi duda. El amor, es racional? Es irracional? Es ambas cosas? Obvio que la respuesta más posible parece la última (siempre las respuestas más "correctas" parecen ser las que dicen "una mezcla de", o "un equilibrio entre", y bla bla, me saca... todo tiene que ser tan relativo siempre?).

Entonces, hay algo, cuando te gusta una persona, que es la atracción, la química (que puede ser fisica, mental, o ambas), la conexión, digamos... Mi pregunta es: es eso algo totalmente irracional? O en realidad esa conexión tiene, justamente, bases racionales (es decir, hay ciertas características de las personas que hacen que pueda producirse cierta conexión)?. Realmente, esperaría que la respuesta fuera la segunda opción, no? Me encantaría que esa atracción, esa cosa que no se explica, tuviera algún fundamento, digamos. Porque si no, si el sentimiento viniera simplemente sólo, sin ninguna relación lógica con el resto de los hechos de tu vida, o de la persona que sos... sería tan desesperante! Porque está bueno que con esa persona (con una de esas personas, digamos) que te pase algo, puedas también construir, proyectar. Y ahí, si no está lo racional... Me parece imposible.

Quizás, no es que es imposible, sino que a mí me resulta imposible.
Será que no soy tan libre entonces, porque estoy atada a una lista, aunque esta vez, propia?

Ese es mi gran miedo: haber roto con la lista de mandatos externos, pero haberme creado una propia, que me limite, que me encierre, que no me deje ser libre.

O será, acaso, que es imposible no tener una lista?




soy

VIERNES, 17 DE JUNIO DE 2011

La mala sangre

Miles de zombies portando sangre peligrosa con la intención de inocular ciudadanxs buenxs, derechxs y sanxs podría ser un buen argumento para un film de clase B, pero desafortunadamente es el reverso bizarro de una resolución vigente en nuestro país. A pesar de tener un matrimonio igualitario legislado, aguas turbias salen a flote recobrando otra fuerza a la luz de nuevas contradicciones: si un hombre puede casarse con otro hombre, y por ende heredar sus bienes, ¿qué hace si el otro necesita una transfusión? ¿Sale a pedir a los cuatro vientos que lxs amigxs “normales” le donen sangre “de la buena”? ¿Y si ese hombre tiene sangre de factor rh negativo, que es difícil de conseguir, al igual que su marido legalmente reconocido, también debe retirarse de la fila?

Según la resolución Nº 865/2006 que impera en nuestro país, sí. Allí se señala que quienes quieran donar sangre deben llenar un cuestionario, llamado de “autoexclusión”, donde se pregunta la orientación sexual del donante: en caso de ser un hombre homosexual, se indica que si mantuvo relaciones sexuales con otro hombre en los últimos doce meses, no puede donar. Si se trata de una mujer que mantuvo relaciones sexuales con un hombre que a su vez haya tenido relaciones sexuales con otro hombre, tampoco.

El martes 14 de junio fue el Día Mundial del Donante de Sangre, o de todos los donantes pasados y futuros, menos no sólo lxs que contestan con verdad su orientación sexual y resulta que ésta es lgbti, sino aquellxs que en los últimos doce meses hayan estado detenidxs por más de 72 horas en instituciones policiales o carcelarias (si estuvieron 48, a ver dónde está la vena que viene el pinchazo), lxs que se hicieron un tatuaje o acupuntura en el ultimo año o quienes hayan intercambiado drogas o dinero por sexo en ese mismo lapso. Si volvemos al ejemplo de más arriba, el “paso de comedia” podría extenderse: suponiendo que la pareja de hombres no haya tenido relaciones sexuales en el último año, tal como pide la resolución, sí podrían donarse sangre, pero... el matrimonio sería anulado por falta de consumación.

Más allá de los ejemplos extremos, hay historias concretas: una mujer que no pudo donarle sangre a su madre enferma, un varón al que le rompieron el formulario en la cara cuando dijo que era homosexual o una pareja que contestó con naturalidad a la pregunta sobre su orientación sexual y fue separada del grupo de donantes. Muchxs de ellxs llegaron al área de salud de la CHA y dos encabezaron el amparo que se presentó el martes en el Fuero Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad, que quedó archivado bajo el expediente 41616/0 del juzgado nº 4, que lleva adelante la jueza Elena Liberatori, la misma que autorizó los casamientos previos a la ley, cuando otros jueces intentaban anularlos. “A veces tenemos suerte”, dijo César Cigliutti, presidente de la CHA, al quedar asignada la magistrada y explicó que son el hospital Durand y el Argerich las instituciones concretas a las que apunta el reclamo, pero la prohibición se efectiviza en todas.

“Si el control está basado en la pregunta homosexual, uno puede ir y mentir, pero hay algo más complejo, que es avalar el hecho de remarcar los famosos grupos de riesgo, ya afortunadamente olvidados por las campañas de hiv, que implica que las personas por su origen, su condición social o su orientación sexual son peligrosas” explica Pedro Paradiso Sottile, del área jurídica de la CHA. ¿Es la sangre contaminada la que preocupa o es la homosexualidad la que lleva el a priori de la contaminación?

En 60 días la Justicia deberá expedirse sobre este amparo y de ahí habrá un largo tramo para que cambie efectivamente la resolución.

jueves, 16 de junio de 2011

cambiar la perspectiva

La rae dice; perspectiva:

3. f. Conjunto de objetos que desde un punto determinado se presentan a la vista del espectador, especialmente cuando están lejanos.

4. f. Apariencia o representación engañosa y falaz de las cosas.

5. f. Punto de vista desde el cual se considera o se analiza un asunto.

6. f. Visión, considerada en principio más ajustada a la realidad, que viene favorecida por la observación ya distante, espacial o temporalmente de cualquier hecho o fenómeno.


A mi siempre (bah, no siempre, en realidad desde hace bastante poco, cuando me empecé a dar cuenta de que ciertos cambios son irreversibles); me llamó la atención esto del cambio de perspectiva.
Cómo puede ser que, mientras vos viajás en el tren, te imaginás cómo va a ser cuando te bajes. Te imaginás los miedos, los peligros, las alegrías también. Te visualizás el nuevo paisaje, incluso te visualizás vos en él... suponés que cosas te van a gustar y cuales no. Pensás, reflexionas, entonces, sobre el destino y sus vicisitudes...
Por otro, también, reflexionás sobre el viaje en sí.
Quizás al principio, cuando te subiste al tren, te gustó. Quizás nunca habías viajado en tren, o sí, pero claro, este tren era diferente. Te gustó subirte. Mirabas por la ventanilla y lo que se veía era hermoso... los asientos eran súper cómodos, se reclinaban y podías dormir tranquilamente. Había calefacción, y eso hacía que no te despertaras. Había mozas que pasaban ofreciéndote comida. Pensabas que qué bueno, que ojalá que el viaje fuera más largo aún, porque querés descansar lo que no descansaste en todo el año.
Resulta, entonces, que dormís como los dioses. Pero te despertás a la mañana siguiente, y, el panorama cambia. Resulta que la calefacción empieza a molestarte... vos pensaste que iba a hacer frío y te abrigaste de más. Resulta que los asientos se reclinan mucho, cosa positiva a la hora de dormir, pero ahora querés aprovechar para estudiar un y los asientos son tan cómodos que te quedás dormida. Te quedaste sin plata, de tanto comprar boludeces cada vez que la mujer pasaba vendiendo comida con el carrito, y ahora morís de hambre y te perturba escuchar las rueditas, y la voz de la mujer, el ruido de la plata de la gente que compra cosas y el ruido de tu estómago. Sólo pensas quierollegarquierollegarquierollegar.

El viaje se termina, y llegás. Era todo tal cual te imaginabas: la gente, el idioma, el lugar donde vas a dormir, la comida, las plazas, los autos, las construcciones. "Uf -pensás- qué suerte que planié todo tanto, que me figuré cómo iba a ser toda la situación, que me situé tantas veces en este momento... " Pero te pasa que, a pesar de haber pensado compulsivamente en ello, te sentís diferente. El finalmente estar ahí, te da vuelta 180° la situación. Resulta que había cosas que no habías planificado... con el mismo escenario, te vienen sentimientos que ni ahí se te habían ocurrido que podías experimentar. Pero "pucha -decís- cómo no me di cuenta de ésto, o aquello. Si sabía que esto iba a hacer así, por qué no traje tal cosa." Pero resulta que había cosas que no podías haber planificado. Así como cuando te querías bajar del tren, así como cuando te subiste al tren. Probablemente ahora te figures de ciertas cosas que no viste antes de salir de tu casa. O te des cuenta de nuevas cosas positivas del tren, aunque el calor y la mujer con el carrito de comida.

El tema es, que aunque una piense y piense, y le dé vuelta a las situaciones... desde lo mental no se puede tener la perspectiva que se adquiere desde lo real. Estar parada en determinado lugar realmente te cambia la cabeza.
Es muy loco. Y me molesta.

jueves, 2 de junio de 2011

No sé, me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de lija. Le doy una importancia igual a cero, al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco o con un aliento insecticida. Soy perfectamente capaz de soportarles una nariz que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias; ¡pero eso sí! -y en esto soy irreductible- no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar. Si no saben volar ¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme!
Esta fue -y no otra- la razón de que me enamorase, tan locamente, de María Luisa.

¿Qué me importaban sus labios por entregas y sus encelos sulfurosos? ¿Qué me importaban sus extremidades de palmípedo y sus miradas de pronóstico reservado?
¡María Luisa era una verdadera pluma!

Desde el amanecer volaba del dormitorio a la cocina, volaba de comedor a la despensa. Volando me preparaba el baño, la camisa. Volando realizaba sus compras, sus quehaceres...

¡Con qué impaciencia yo esperaba que volviese, volando, de algún paseo por los alrededores! Allí lejos, perdido entre las nubes, un puntito rosado. "¡María Luisa! !María Luisa!"... y a los pocos segundos, ya me abrazaba con sus piernas de pluma, para llevarme, volando, a cualquier parte.

Durante kilómetros de silencio planeábamos una caricia que nos aproximaba al paraíso; durante horas enteras nos anidábamos en una nube, como dos ángeles, y de repente, en tirabuzón, en hoja muerta, el aterrizaje forzoso de un espasmo.

¡Qué delicia la de tener una mujer tan ligera..., aunque nos haga ver, de vez en cuando, las estrellas! ¡Qué voluptuosidad la de pasarse los días entre las nubes... la de pasarse las noches de un solo vuelo!

Después de conocer una mujer etérea, ¿puede brindarnos alguna clase de atractivos una mujer terrestre? ¿Verdad que no hay una diferencia sustancial entre vivir con una vaca o con una mujer que tenga las nalgas a setenta y ocho centímetros del suelo?

Yo, por lo menos, soy incapaz de comprender la seducción de una mujer pedestre, y por más empeño que ponga en concebirlo, no me es posible ni tan siquiera imaginar que pueda hacerse el amor más que volando.

Coincidimos con Oliverio ;)

jueves, 24 de marzo de 2011

NUNCA MÁS

porque el silencio NO es salud

porque el "no te metás" tiene que quedar obsoleto y sin sentido.

porque todxs algo hayamos hecho, y

porque algo haber hecho, no sea algo peligroso.

porque no queremos más desaparecidxs.

porque todo es político.

porque lxs desaparecidxs están. Presentes.

Ahora, y siempre.

miércoles, 9 de marzo de 2011

otra de medicxs

No es novedad que la facultad de medicina es un espacio caracterizado por la reproducción de prejuicios y preconceptos del supuesto "sentido común". Hasta acá, podría simplemente caracterizarse como un lugar más de aquéllos. No?

Pero fmed tiene una particularidad: pareciera que todas las palabras allí dichas se cubren de un manto de intocabilidad. O sea, se repiten y reproducen preconceptos, pero con status adjudicado por ser uno de los ámbitos más privilegiados por la sociedad actual.

Si una persona dice "djfjdwnvgfjdf", podrá cuestionársela o no. Ahora bien, si unx docente de la facultad de medicina -probablemente médicx-, dice ese mismo "djfjdwnvgfjdf"; la gente tomará nota, probablemente se lo llame a hablar a una radio o programa de televisión, se lo citará por diversos ambitos a lo largo y ancho del territorio discursivo. (Si lo dijo el meeeeedicoooo)

Ésto, claro, es una característica de la gente que se halla en una situación de poder cualquiera: dicha persona tendrá la oportunidad de ser escuchada, y re escuchada, su voz se reproducirá cual eco. (A diferencia de tantes otres, quienes podrán no gozar nunca de ese privilegio, que en realidad es un derecho).

Bueno, contextualicemos. Clase de fármaco. Docente: Hombre. Situacion social medianamente acomodada. Titulo universitario, y para colmo, de médico. (Por ende, probabilidad de ser escuchado... digamos.... 9/10).

Es la clase de introducción, la primera. Claro, el tipo es farmacólogo, o sea, está inserto en el paradigma del sistema médico hegemónico, occidental, alópata.

Primero, se dedica a defenestrar a la homeopatía. Luego, al que él llama "pensamiento mágico". Alude a situaciones donde "la gente cree que se cura por tomar un té con miel, pero en realidad es el ciclo de la enfermedad que terminó". Es decir, desde su óptica, la gente se equivoca, hace lecturas erróneas de los hechos. (Qué subyace acá? Que hay UNA verdad. Cuál? La de él, obvio.)
Comentarios como "no saben cuántos de esos pensamientos salvajes existen todavía hoy, aunque uds. no los crean".

WTF!!!

Entonces, desglocemos el discurso, por favor!

- "yo sé que pasa allá afuera, uds, no." - "el interior no tiene nada que ver con capital" (interior con respecto a qué?) -"el interior" está "atrasado".

A ver, paren. Ya dije que dijo la palabra "salvaje"? (dualismo civilización-barbarie, detectado.)
Ok, categoriza de salvaje a los pensamientos que son diferentes al que tiene el. Por qué? Porque no está comprobado "científicamente". (Pregunta: qué se considera científico, y qué no, y en función de qué?!.)
...................................

Continúa la clase. Ahora viene la nota de color.
Se pone a hablar sobre el efecto placebo. Dice que el placebo es cuando alguien "cree" que toma un medicamento, pero en realidad está tomando algo que no lo es, pero se obtiene el efecto del medicamento. Y dice que no se sabe por qué se da. pero que el 75% del efecto de un medicamento está dado en realidad por el efecto placebo.

Nos muestra estudios.
Si se le da a varias personas el medicamento a escondidas (no sabemos las bases éticas de esos estudios, no pregunten.), el medicamento NO HACE EFECTO. Atencion, señorxs y señorxs!! El medicamento por sí solo, no sirve. Para que funcione se necesita que la persona sepa que lo está tomando y crea en su efecto.

Agrega, que el efecto placebo no es sólo para cuestiones subjetivas como el dolor (no entiendo como pueden llamar subjetivo al dolor cuando es algo que según su paradigma está totalmente comprobado que ocurre y cómo), sino también para cuestiones objetivas.

Y pone un ejemplo. De un paciente de parkinson, se ve una imagen del cerebro que marca las zonas en donde le falta una sustancia (la dopamina). Luego, se le dice al paciente que va a recibir dopamina pero en realidad se le da otra cosa que no sirve (solucion fisiologica). Y a continuación, la imagen del cerebro del paciente después: se ve que la zona donde faltaba dopamina se achicó. O sea. La persona ésta, al creer que estaba recibiendo dopamina (cuando en realidad no la estaba recibiendo), liberó por si sola dopamina.

Ohhhhhhhhhhhhhhhh.

Loquisimo, no?

La cuestión es: la medicina no sabe por que pasan estas cosas. pero sabe que pasan. y se basa en ello para su accionar.
Ahora bien, yo, ingenuamente, pregunto:

Por qué a ésto no se le llama pensamiento mágico?
Tanta diferencia hay con utilizar otras sustancias que tampoco estén comprobadas?
Por qué la medicina pretende cientificidad cuando no la tiene?
Será que sabe que no la tiene y por eso se ocupa de desprestigiar y de diferenciarse de otros saberes sobre la salud y la enfermedad?
....................
Queda pendiente pensar qué es un medicamento. Si medicamento es aquello que modifica las funciones del organismo... Y la modificacion de las funciones muchas veces tiene, al menos en parte, que ver con lo que se piensa....

Ups! Me parece que la medicina tiene pies de barro.

miércoles, 12 de enero de 2011