Así como sostengo que el estado es intrínsecamente un ente opresor y regulador, por ende podemos y debemos pedirle y exigirle ampliaciones de derechos, pero no podemos pretender que eso ocurra, porque no existe el estado revolucionario; creo que lo mismo pasa con la medicina, una medicina que está al servicio justamente de ese mismo estado. La medicina (no lo dije yo), se ha ocupado de desciplinar los cuerpos y la sexualidad, al servicio de dios sabe que ordenes sociales imperantes, el estado, la moral, la iglesia, blabla... lo sabemos. Ahora, qué pasa? Si unx se mete en esa lógica, empieza a tener sentido (hablo del ébola), gastar millones en trajes que ni sabemos que vamos a usar, no dejar que lxs pacientes salgan a los pasillos con el suero, todo en pos de LA HIGIENE, LA SALUBRIDAD, LA SANIDAD. La infectología peca un montón de esta ambición de CONTROLAR. Y yo realmente, si sigo esa lógica, creo que tiene mucho sentido. Es verdad que cuanto más nos cubrimos, más aislamos a los pacientes, etc, menos nos contagiamos.
Quizás yo antes pretendía que este saber sanitario se cuestione a sí mismo desde adentro, y ahora pienso que, como el estado, una disciplina no se va a romper y cuestionar a sí misma si ve que es posible que desaparezca su lógica. Porque, como digo, no está en el mismo ovillo de la disciplina el reinventarse o cuestionarse.
Por eso debemos cuestionarla desde afuera, viendo si a veces lo sanitario no se enrosca mucho en si mismo y se pierde un poco de la realidat (vamos a gastar tanto en salud x el ebola? vale la pena q los pacietes esten encerrados 100 dias o más en una habitación?)

A seguir pensando!